Mi teatro de la mente

 

Nuestra mente, funciona como un teatro. Colocamos a los protagonistas, el escenario, la música de fondo, el contenido de una historia…Con lo cual, si la obra es tuya, con las herramientas adecuadas puedes ser el director de obra de tu vida y escribir tu historia.

 

Lo primero que hay que hacer es creérselo, como casi todo en la vida, creer en uno mismo ayuda mucho a conseguir lo que uno se propone. Para ello, como no existen varitas mágicas, hay que esforzarse. Escuece, pero merece la pena. Hay que aprender a entrenar la mente, o como decía un profesor que tuve: “Encauzar adecuadamente lo que yo tengo, hacia lo que yo quiero”

 

Tan fácil, y a la vez tan complicado. Es el miedo el que nos paraliza, y para luchar contra él, debemos de averiguar en qué se basa, con qué alimentamos ese miedo que nos rodea y nos impide creer. ¿Para qué lo alimento? Si yo doy de comer a mi miedo, este será cada vez más grande, con lo que más me lo creeré y más paralizado iré estando. Si aprendo a reconocer que lo sustenta, interna y externamente, podemos empezar a trabajar en modificarlo.

 

Nuestro cerebro, lleno de neuronas que se conectan entre sí cuando aprendemos algo, funcionan de la misma manera. Con lo que si hacemos que las conexiones neuronales sean cada vez más fuertes, agilizará nuestra respuesta hasta volverse automática.

 

Así que decide, qué teatro quieres y mereces, qué valentía quieres alimentar y esfuérzate. Sé el director de tu obra, del “Teatro de tu mente”

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