El principio de utilidad del parado o desempleado
Hace días que se va observando, en estos tiempos de crisis que las personas hemos tenido que reinventarnos. Para ello lo más difícil ha sido luchar contra nosotros mismos.
Uno se pone a pensar en qué puede hacer, hacia dónde caminar, qué va a ser de él o de los suyos y sólo siente impotencia, frustración…Empieza a sentirse mal, algo culpable de encontrarse en una situación no deseada y que tampoco ha buscado…y un bucle empieza a repetirse…
El mayor de los peligros, es el principio de utilidad. Nos hemos educado en una sociedad donde nos tenemos que valorar por los éxitos profesionales que logramos, por conseguir una oposición, por tener un buen sueldo, si ya acompaña un buen horario ¡increíble!, porque socialmente sea un trabajo aceptable…
Al final, acabamos valorándonos por no tener un trabajo o no tener oportunidades frente a todas aquellas cosas que realmente tienen valor, en valorar el esfuerzo que nos ha costado el llegar hasta aquí, el demostrarnos a nosotros mismos, que un trabajo no determina cuánto valemos, aunque sea imprescindible, el valor de utilidad lo elegimos nosotros. ¿Cuánto nos ha costado lo que hemos conseguido? ¿Nos lo han regalado? El esfuerzo se mide todos los días, y el resultado lo valoramos nosotros. ¿ Eres útil?
Mirar al horizonte y sonriamos, porque hoy, aún sin trabajo, sigo siendo útil.
Deja un comentario